Brillante concierto de la OSSODRE en la noche del sábado 26 de setiembre de 2015, con solista de
lujo, nuestro compatriota Alvaro Pierri. Previo al concierto, se le
expuso al público que colmaba el
Auditorio la grave situación por la que atraviesa la orquesta. Largos
minutos de aplausos fueron la respuesta a los reclamos. Aquí el
texto completo de la proclama leída:
A mediados de 2016 se cumplirán
85 años del primer concierto de nuestra orquesta, que orgullosamente
ostenta el decanato de las agrupaciones sinfónicas nacionales de nuestro
continente. Desde entonces el prestigio de la OSSODRE trascendió
fronteras y se instaló firmemente en el corazón de los uruguayos como
uno de los baluartes de la cultura nacional, constituyéndose asimismo en
referente ineludible de la música sinfónica latinoamericana.
La
oscura década del 70 acarreó a la OSSODRE, además del incendio del
emblemático Estudio Auditorio, el comienzo de un proceso de profundo
deterioro institucional, que con altibajos continúa hasta nuestros días,
producto del desinterés y la desidia de las autoridades de turno.
La inauguración de este maravilloso Auditorio nos devolvió la esperanza de un renacer de nuestra querida orquesta.
Han pasado seis años. Sin embargo hemos visto cómo las prioridades de
quienes lo dirigen son otras. Su modelo de gestión reformula el rol de
los cuerpos estables: de generadores de cultura y difusores del acervo
artístico nacional, al de vendedores de miles de entradas. Obviamente,
una Orquesta Sinfónica Nacional de calidad no es funcional a este
proyecto.
De los 168 espectáculos presentados en el Auditorio en 2014, sólo ocho tuvieron a la OSSODRE como protagonista.
Al finalizar la actual Temporada, nuestra presencia en este escenario habrá sido incluso aún menor.
Uno de los escasos aciertos de la pasada Dirección Artística fue la
contratación del Maestro Stefan Lano como nuestro Director Titular. En
los tres años de trabajo conjunto con él, la Orquesta alcanzó
extraordinarios niveles de excelencia. Desde el primer momento, el
maestro Lano se erigió en enérgico opositor a este modelo de gestión y
en firme defensor de la institucionalidad de la OSSODRE y de los
derechos de sus integrantes. Ello le valió la arbitraria y grosera
rescisión del contrato.
En reiteradas ocasiones hemos manifestado
que la Orquesta Sinfónica del SODRE es víctima de un sistemático
desmantelamiento y está en real peligro de extinción. Esto no es una
figura retórica ni exagera en lo más mínimo la situación.
Actualmente 52 profesores integramos la plantilla de músicos estables.
Nuestro ingreso se produjo mediante rigurosos concursos de oposición con
prestigiosos jurados internacionales. El último de ellos se llevó a
cabo en 2006.
Desde entonces las vacantes generadas -que al día de
hoy suman 47- se han estado cubriendo con artistas extras, contratados
de manera absolutamente precaria. Llevamos mucho tiempo reclamando la
impostergable realización de los concursos que brinden a estos
compañeros la oportunidad de regularizar su situación laboral. Al mismo
tiempo, jóvenes instrumentistas formados durante estos años, músicos
compatriotas que han debido emigrar en busca de mejores oportunidades e
incluso colegas de otros países, tendrán la posibilidad de engrosar y
enriquecer nuestra principal agrupación sinfónica.
Por desgracia
para la cultura nacional, uno de los puntos fundamentales del proyecto
de nuestros “gestores” es la modificación drástica de la estructura
institucional de los cuerpos artísticos.
Su propuesta, que está en
práctica desde hace varios años, incluye la eliminación paulatina de los
cargos presupuestados y su sustitución por trabajadores eventuales. En
nuestro caso, ello conduce inexorable y dramáticamente a la
transformación de la orquesta nacional en un conglomerado sin identidad,
integrado por instrumentistas free-lance sin ningún arraigo y carentes
de los más elementales derechos laborales.
El nuevo Consejo
Directivo, que a diferencia de los anteriores ha mostrado voluntad de
diálogo, manifestó a nuestros delegados que los únicos concursos
previstos en este período, son los internos para efectivizar los cargos
de solista, que varios de nosotros venimos ejerciendo desde hace años en
forma interina, descartando de manera tajante los llamados externos
para llenar las vacantes. Estos concursos solucionarían apenas una
ínfima parte del gravísimo problema que aqueja a nuestro cuerpo
orquestal.
Nosotros consideramos inaceptable esta propuesta. La
Orquesta Sinfónica, reunida en asamblea, decidió, por abrumadora
mayoría, que ninguno de los Profesores de la OSSODRE se presentará a
dichos concursos internos a menos de que las autoridades establezcan una
fecha próxima para el llamado a cubrir la totalidad de las vacantes.
Somos artistas, amamos nuestra profesión y en cada concierto entregamos
a plenitud nuestros conocimientos, esfuerzo y sensibilidad.
Defenderemos nuestra fuente de trabajo y la de las nuevas generaciones
de músicos.
Llevaremos hasta sus últimas consecuencias la lucha no
sólo para mantener viva a la Orquesta, sino para devolverla al sitial
privilegiado que ocupó en nuestra cultura y que nunca debió perder.
Sabemos que ustedes no nos dejarán solos en esta dura batalla.
Disfruten el concierto.